viernes, 21 de junio de 2019

Albendiego y Somolinos



Albendiego

Traigo a colación esta localidad de casas de piedra y tejados de pizarra, más que por el reducido conjunto urbano o el contraste que ofrecen sus tierras rojizas, por la singularidad que constituye la ermita románica de Santa Coloma, declarada monumento histórico-artístico en 1965 y que bien merece una visita.

El templo es un extraordinario ejemplo de románico rural pero sin la iconografía característica de estos templos. La ermita se ubica en un lugar apartado del núcleo urbano, junto al cementerio de la localidad, rodeada de árboles y campos de cultivo, junto al joven río Bornova. Para llegar hasta ella, una vez alcances la localidad, debes tomar la primera calle a la izquierda que encuentres y después girar nuevamente a la izquierda. Una carretera muy estrecha nos conducirá hasta la ermita. De camino a ella nos encontraremos con varias cruces de piedra a nuestra derecha.


Cruces de piedra, camino de la ermita.

La construcción de la misma se presupone iniciada a finales del siglo XII o comienzos del XIII por parte de una pequeña comunidad de monjes canónigos de San Agustín que se asentaba en la zona. La finalización de las obras tiene lugar en el siglo XV, con importantes alteraciones sobre el proyecto inicial, puesto que se concluyó con una sola nave y el proyecto inicial era de tres.


Interior nave central
Interior nave lateral derecha


Portada del templo




Su portada, del siglo XVI es gótica, muy sencilla y austera, correspondiendo a su última etapa constructiva. Ésta se encuentra resguardada por un vano que presenta un arco carpanel con adornos vegetales (flores con cuatro pétalos) y motivos geométricos. El arco que rodea la portada se prolonga hasta el suelo con motivos vegetales en forma de hojas.





Ábside central
El elemento más destacado de la iglesia y que la hace única es su ábside. Éste está dividido en tres partes, la parte central es semicircular, mientras que las restantes son rectas. El ábside central se articula mediante cuatro haces de columnas triples, de mayor tamaño las centrales, que no se terminaron y remataron con capiteles. Entre los cuatro haces de columnas se abren tres altos ventanales con arquivoltas (arcos de medio punto en degradación) sustentadas por pequeñas columnas con capiteles vegetales. Sus vanos están ocupados por celosías de piedra con motivos mudéjares, de carácter geométrico, excepto el ventanal izquierdo que está incompleto por robo o destrucción. Estos ventanales son los que confieren una exclusividad única al templo.


Ventanal central del ábside central.
Ventanal derecho del ábside central.

Los ábsides laterales planos, presentan una ventana exclusiva cada uno con un arco ajimezado (partido por la mitad) pero sin columna central o parteluz, en el que se encuentra tallado el sello de Salomón. Éste a su vez se encuentra soportado por dos columnas con sus respectivos capiteles.

Arco ajimezado del ábside izquierdo.
Detalle del arco ajimezado.

Aunque la ermita fuese fundada y administrada por una comunidad de canónigos de San Agustín, se cree que la propiedad de la misma correspondía a la orden militar de San Juan debido a la estrella de ocho puntas que se ve tallada en una de las celosías del ábside. La orden de San Juan fue la heredera en Castilla de la orden del Temple fundada a comienzos del siglo XII en Jerusalén. Por lo tanto se cree que el templo de Santa Coloma fue una sede templaria como así atestiguan sus numerosos capiteles, cruces y grabados. En palabras de Antonio Herrera Casado, cronista provincial e historiador, sobre estos elementos decorativos del templo  "Durante mucho tiempo se pensó que eran expresiones de un cristianismo modelado por artífices y artistas mudéjares. Hoy se piensa, con mayor certeza, que todo ello fue planificado serenamente como un espacio de religión cristiana, ornado de elementos que nos hablan (que hablaban claramente a sus espectadores hace ocho siglos) de la esencia única de la Sabiduría: la unión de la Kábala judía,  la mística sufí y el anhelo cristiano de encontrar en un Dios, o detrás de él, la fuerza universal del Saber, el rigor del Número, el poder de la Geometría."
Angel Almazán de Gracia, estudioso del esoterismo medieval cree que los elementos singulares de Santa Coloma corresponden a dos talleres de canteros, uno cristiano y otro islámico. Cree que las celosías vendrían a encarnar toda una Mística de la Luz, de los Números y de la Geometría, que no sólo era patrimonio del esoterismo islámico  sino también, con sus matices propios o adaptaciones correspondientes, del esoterismo cristiano y judío”.
Todas estas construcciones geométricas buscan en suma unificar el universo con Dios su creador. Por ello según Palacios, un estudioso del sufismo andalusí indica que “De cada uno de los infinitos puntos de la primera circunferencia, que tiene a Dios como centro, engéndranse infinitas circunferencias nuevas, secantes de la primera; y, en proceso ilimitado, otras y otras van naciendo de aquéllas, ocultando, a medida que se multiplican, el punto central de su origen, que es Dios, pero manifestándolo a la vez bajo el símbolo circular, como reflejo de su primera epifanía”.

Somolinos

Esta localidad es un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Aquí podrás disfrutar de innumerables parajes y recorridos que te dejarán huella. Por otro lado, todo lo que vamos a visitar está declarado Monumento Natural. Esta protección se establece para los espacios o elementos de la naturaleza constituidos por formaciones de notable singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de una protección especial. El espacio natural protegido está compuesto por dos elementos bien diferenciados: La Sierra de Pela y la laguna de Somolinos. La Sierra de Pela es un macizo rocoso de naturaleza calcárea que llega a superar en algunos puntos los 1500 metros. En la misma la dinámica fluvial de los arroyos de los que se nutre el río Bornova en su nacimiento, han originado escarpes rocosos de gran belleza y que albergan una importante biodiversidad.
El pueblo de Somolinos está ubicado en una zona estratégica de paso del sistema central, entre las provincias de Guadalajara y Segovia. Actualmente es un pueblo despoblado más, sin aparente futuro, aun a pesar de que hace algo más de un siglo contaba 300 habitantes. Lo que si tiene a mi juicio es un potencial turístico importante y muy poco explotado. El pueblo tuvo hasta hace no mucho un bar a pie de carretera, pero en la actualidad  no encontrarás ningún servicio de este tipo en la localidad. Lo que si tienes es posibilidad de alojarte en por lo menos una casa rural (Molingordo) ubicada en un paraje impresionante, al pie de una laguna y que dispone de varios apartamentos. Esta casa rural tiene su propia historia puesto que es una construcción del año 1550 que fue una fábrica de papel. Su emplazamiento estratégico tenía que ver con la fuerte pendiente que el río Bornova o Manadero realiza a sus pies(no hay unanimidad sobre el nombre del río a esta altura, por lo que en lo sucesivo me referíré a él por uno u otro nombre indistintamente). Ese desnivel fue aprovechado en primer lugar, para hacer funcionar un conjunto de martinetes que trituraban los trapos con los que se elaboraba el papel. Después se aprovechó la fuerza del agua para hacer girar el rodete de un molino harinero. Con posterioridad, ya en el siglo XIX, la misma fuerza motriz sirvió para impulsar los martillos y fuelles de la ferretería "Santa Teresa". Por último, en 1910 se instaló una turbina, que permitió convertir la fuerza del agua en luz artificial. Gracias a esto último se pudieron alumbrar los pueblos de la comarca, hasta el año 1968.

Te propongo realizar dos rutas de senderismo por este lugar. La primera consiste en una ruta circular de unos 10 km. de recorrido, de una dificultad media y que podrás completar en unas tres o cuatro horas:


Plano de la ruta 1


La ruta la iniciaremos partiendo del casco urbano de la localidad. Ascenderemos caminando por la carretera o mejor aún por una carretera paralela hasta la laguna, distante algo más de medio kilómetro. El entorno que nos rodea tanto en el valle del río Bornova, como en las laderas del mismo resulta seductor. Nada más pasar la casa rural de Molingordo vemos a nuestra izquierda unas grandes losas de piedra, casi titánicas, que nos permiten cruzar cómodamente el escaso caudal del río Bornova y nos dan acceso a una senda que va bordeando la laguna. La senda dispone de varios paneles informativos que nos permitirán descubrir las características geológicas de la laguna y  sus variadísimas fauna y flora. La laguna se encuentra al pie de la Sierra de Pela y posee un alto valor paisajístico. La mejor época del año para visitarla sería durante el otoño por el abanico de colores que presenta y que rompe por completo con la monotonía de las laderas montañosas que la rodean. La laguna es completamente natural y de origen tectónico (formada por el hundimiento del terreno). La calidad de sus frías aguas es alta, como atestigua la diversa fauna que la habita, adquiriendo los anfibios un papel principal, como la salamandra, el tritón jaspeado y la ranita de San Antonio, todos de hábitos principalmente nocturnos. Dentro del grupo de los reptiles podemos encontrar el ilustre y amenazado galápago europeo y en el de las aves más características la gallineta común, el escondidizo rascón, detectable por los gritos que emite con su canto y el ánade azulón. En cuanto a la flora la laguna está rodeada por un amplio cinturón de vegetación palustre, compuesto principalmente por carrizo, enea y juncos. La mayor parte de los aportes los recibe del río Bornova al que remansa y en menor medida de surgencias y precipitaciones recogidas de forma directa en la cuenca. La profundidad máxima de la misma no llega a los 10 o 12 metros, si bien, durante siglos sus aguas oscuras alimentaron la creencia popular de que la laguna carecía de fondo.



Laguna de Somolinos

Hacía el final de la senda que bordea la laguna nos encontramos con un merendero muy sugerente, construido con bloques de pizarra, con los cuales se han construido tanto los asientos, como las mesas. También se construyó una fuente que ahora no dispone de caño ni de agua. Junto al merendero aparece una construcción ya en ruinas y completamente tomada por la vegetación que se corresponde con los restos de un antiguo molino que aprovechaba el salto del río en este punto.


Merendero junto a la laguna.


Si continuamos por la senda confluiremos con la carretera que atraviesa la sierra (CM-110). Una vez en ella giramos a la derecha y avanzamos unos 50 metros hasta sobrepasar el cartel indicativo del manadero (nacimiento del río Bornova), distante 1 km, después proseguiremos por ahí. Nada más pasar la curva que gira a la derecha, nos desviaremos campo a través (Latitud:41º 15' 21.92" N, Longitud:3º 3' 56.93" W) en dirección norte hacia el barranco del portillo que se nos muestra imponente a nuestra izquierda. 
Son muchas las veces que he pasado por la carretera diciéndome que tengo que explorar este barranco. Bueno, por fin cumplí mi deseo y tengo que decir que no me ha decepcionado lo más mínimo. A medida que te vas acercando más, te vas sobrecogiendo por la magnitud de los farallones por los que te ves rodeado y a la vez que te quedas embelesado por la belleza del entorno. Por desgracia la maleza crece libre aquí y sobre todo las zarzas y los espinos limitarán tu movilidad. En especial recomiendo acceder al farallón rocoso de la derecha que presenta un gran voladizo de dimensiones catedralicias que en el pasado ha sido aprovechado como refugio ganadero. Aunque es posible superar este primer nivel del barranco por esta vía, yo no lo recomiendo, puesto que es muy arriesgado y solo apto para personas que practiquen deportes de riesgo. Después accederemos al segundo nivel de este barranco por otra vía más accesible. Estos escarpes rocosos albergan una gran biodiversidad, entre sus especies vegetales de porte almohadillado podemos encontrar el azulado "cojín de monja" o asiento de pastor y la amarilla "aliaga enana". Aunque el nombre de la primera especie invite a sentarse, la experiencia puede que no sea muy agradable, ya que la adaptación de ambas especies a unas condiciones ambientales duras, hace que sus ramillas terminen en afilados pinchos. Esta estrategia o adaptación la utilizan para defenderse de los herbívoros, y para resistir las temperaturas extremas a las que se enfrentan, tanto en invierno como en verano. Entre su fauna rupícola más destacada tenemos el búho real, el buitre leonado y el alimoche, esto en cuanto a las especies de mayor tamaño. También se pueden encontrar otras aves de menos tamaño, muy ligadas al ecosistema rupícola o de roquedo, como son los roqueros solitario y rojo


Barranco del portillo

Barranco del portillo

Barranco del portillo, refugio ganadero

Barranco del portillo

Vista general del valle del Bornova desde el barranco del portillo

Barranco del portillo

Ahora desandamos el camino hecho y volvemos a la carretera girando a la derecha. En unos metros volvemos a encontrarnos la señal que dejamos pasar anteriormente y que nos conduce hasta el manadero y el alto del portillo. Ahora tomamos ese camino y enseguida volvemos a ver a nuestra derecha formaciones de piedra caliza espectaculares, como las que te aporto a continuación:


Formaciones rocosas, camino del manadero (Camello en reposo)
Formaciones rocosas, camino del manadero


Hacia la mitad del camino del manadero te encontrarás con una fuente donde saciar tu sed con un agua muy fría. 
A tu izquierda te acompaña una chopera muy densa y el río Bornova que dependiendo de la época del año puede  desbordarse de su cauce parcialmente en algún tramo. Cuando completes el kilómetro desde la carretera llegarás hasta el nacimiento del río Bornova. Ahí bruscamente surge el río a borbotones emergiendo desde las entrañas de todo el complejo kárstico en el que nos encontramos. El lugar se ve completado por un par de mesas de madera, muy sugerentes para dar cuenta de una buena merienda. De todas formas el lugar está muy alterado respecto a como era hace unos años. La carretera  ha sido sobre elevada respecto al trazado anterior y ha dejado profundamente hundido el nacimiento, restándole belleza e imprimiéndole oscuridad.
Junto al nacimiento tienes un panel descriptivo con el siguiente texto: "Éste río ha visto pasar a seres mitológicos, como la lamia de la laguna o numerosos molinos, ya derruidos. Ha presenciado luchas antológicas entre árabes y cristianos, entre lobos y mastines. Ha sido testigo del trasiego de trabajadores en las minas de plata. Ha observado a pescadores entre arboledas y sotos disfrutando de sus lances con las truchas. Sus aguas frías y claras se encajan en la pizarra formando profundos desfiladeros, por los que el Bornova pasa oculto, como un bandolero hasta ser remansado por el embalse de Alcorlo". De una buena parte de lo anterior puedo dar fe al haber descendido por sus aguas en piragua por la practica totalidad de su recorrido.


Manadero - Nacimiento del río Bornova o Manadero.



Frente al nacimiento se abre un desfiladero que nos conduce por una estrecha  senda hasta coronar el punto más alto, conocido como "Alto del portillo". La distancia hasta el mismo es de 2,5 km. y está señalizado. Tengo que advertir que hasta la mitad del recorrido la señalización y el marcado de la senda es bueno, más allá si no tienes unas referencias claras te perderás y no sabrás por donde continuar. Mi consejo es que continúes siempre recto, siguiendo la divisoria del valle por el que asciendes. 



Inicio del barranco del río Manadero


Barranco del río Manadero
Barranco del río Manadero

Barranco del río Manadero
Barranco del río Manadero

Yo no te propongo la vía de acceso señalizada en su totalidad, puesto que como ya he comentado, ésta se acaba perdiendo. Mi propuesta es que cuando completes 1 km. (cuando veas que el angosto barranco se abre) desde el nacimiento del río Bornova, te desvíes y asciendas por la ladera de tu derecha, siguiendo una suave pendiente. 


Hondonada por donde transcurre la senda de acceso al Alto del Portillo.

Una vez que hayas ascendido por la ladera deberás seguir por la meseta desviándote ligeramente a la izquierda hasta llegar a un antiguo tinado en ruinas (Latitud:41º 15' 45.81" N, Longitud:3º 3' 51.68" W). Desde aquí podemos acceder a la parte alta del barranco del portillo, para ello simplemente sigue el borde del barranco y un poco más adelante encontrarás un paso que te permite descender hasta la parte alta del mismo y observarlo desde abajo. Si lo haces, podrás volver a contemplar los numerosos farallones rocosos en los que suele haber buitres posados en sus aristas. También podrás ver en ruinas un refugio ganadero de los muchos que existen en la zona y que aprovechan las oquedades en desnivel de las rocas para beneficio de la construcción. Incluso podrás ver una pequeña cueva de dos ojos  de entrada que ha sido aprovechada como refugio por innumerables generaciones de pastores, con su techo ennegrecido por las sucesivas hogueras que se encendieron en la misma durante siglos.



Parte alta del barranco del portillo.

Refugio ganadero en la parte alta del barranco del portillo.

Pequeña cueva en la parte alta del barranco del portillo.

Una vez que hayamos visitado la parte alta del barranco del portillo, retomaremos nuestra ruta campo a través para alcanzar el punto más alto de la misma, conocido como "Alto del Portillo(Latitud:41º 15' 56.3" N, Longitud:3º 3' 38" W). Desde este punto ya empezaremos a retornar, tomando dirección sureste, buscando alcanzar el "Barranco del Tejo", y alcanzar con ello una pista forestal en las coordenadas (Latitud:41º 15' 38.21" N, Longitud:3º 2' 50.05" W) que nos conducirá por todo el valle del "Barranco del Tejohasta confluir con la carretera CM-110. Una vez en ella, sólo nos queda girar a la derecha y concluir nuestra ruta llegando hasta el casco urbano de Somolinos.

La segunda ruta que te propongo es más corta (8 km.) pero también muy interesante. Partiendo de Somolinos sería la que nos conduce hasta el emblema geológico conocido como "Piedra del Sombrero". Se trata de una roca a la que los distintos procesos erosivos le han conferido una forma muy singular, con apariencia de hongo o seta. Debo advertirte que la ruta que te propongo para llegar hasta la misma implica atravesar un vallado de alambre de espino.


Plano de la ruta 2


Partiendo del núcleo urbano volveríamos a repetir el camino que nos condujo hasta la laguna y desde ahí hasta el nacimiento del río Bornova. Desde ahí ascenderíamos por una pequeña senda hasta la carretera CM-110, ascendiendo por ella unos 600 metros hasta llegar a un entrante de camino que se abre a nuestra izquierda. También sería válido llegar hasta este punto con nuestro automóvil y aparcarlo aquí. Las coordenadas del punto de desvío son: (Latitud:41º 15' 23.57" N, Longitud:3º 4' 52.87" W). Ahora debemos seguir por la derecha por la antigua carretera unos 100 metros hasta llegar a una curva donde nos desviaremos 90º a la izquierda para seguir por una senda que asciende por la ladera derecha del valle. Nuestro ascenso al llegar al pinar se ve interrumpido por una cerca de alambre de espino que otros senderistas han ensanchado al pasar. Cruzaremos con cuidado al otro lado y seguiremos ascendiendo por el valle hasta confluir en una curva con un camino. En ese punto giraremos a la izquierda siguiendo la pista, unos cuantos metros más, para finalmente desviarnos y ascender directamente monte arriba, puesto que ahí mismo se encuentra nuestro destino final (Latitud:41º 15' 08" N, Longitud:3º 4' 51.5" W ). El regreso lo realizaremos siguiendo el mismo camino.




Piedra del Sombrero.


Manuel Andrés


P.D: Disfruta, respeta, no perturbes el entorno y llévate tu basura.

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