jueves, 26 de mayo de 2016

Senderismo por las cascadas del aljibe, Matallana, Roblelacasa y El Espinar

Las cascadas del aljibe, son un doble salto de agua, de uno de los afluentes del Jarama y que podrás encontrar en la sierra norte de Guadalajara. Dicen que el nombre de las cascadas procede del término "giba", ya que las cascadas forman dos pozas contiguas, que recuerdan de forma invertida la doble giba de un camello. También entiendo que el nombre puede ser sencillamente porque las dos cascadas han formado dos pozas que son dos aljibes de agua. Podrás acceder a ellas siguiendo una ruta de senderismo bien señalizada y de dificultad media. Si se desea realizar el acceso en bicicleta de montaña, éste habría de realizarse por Roblelacasa y hay que tener en cuenta que al regresar habrá que salvar un desnivel considerable, además en algún pequeño tramo, lo tendrás que realizar descendido de la misma .

Para acceder hasta la zona y suponiendo que partamos de Madrid, hay que tomar la A-2 hasta Guadalajara capital. Desde el núcleo urbano, al lado de la estación de renfe, tomaremos la C-101 hasta Humanes. Al llegar a la 2ª rotonda de circunvalación de la población hay que tomar la CM-1004, que saldrá a nuestra izquierda. Después de Tamajón, la carretera bifurca en dos, debemos tomar el ramal de la izquierda, en dirección a Majaelrayo (GU-186) y a unos 4 km. la desviación a la derecha.







Campillejo


Campillejo - iglesia

El primer pueblo negro que nos aparecerá y que es atravesado por la carretera, es Campillejo. Es el pueblo con las construcciones de piedra más oscura, de todos los que forman el conjunto de los denominados "pueblos negros". Por esta última característica, las cruces blancas, de piedra de pedernal, incrustadas en sus fachadas destacan y llaman poderosamente nuestra atención. Date un paseo por el conjunto urbano y visita la iglesia, totalmente restaurada, la cual destaca especialmente, por el amplio espacio en el que se ubica. En el lado derecho de la carretera y un tanto alejadas de la misma hay algunas casas rurales de hermosa construcción, engrandecidas por la presencia del pico Ocejón a sus espaldas.


Pico Ocejón desde los aledaños de Campillejo


Campillejo - iglesia


Campillejo - cobertizos


Campillejo - casa rural y pico Ocejón


Campillejo - casa rural y pico Ocejón




El Espinar


El Espinar - lavadero
El siguiente pueblo que encontraremos después de Campillejo es El Espinar, emplazado en una pequeña colina. Nada más girar a la izquierda, desde la carretera principal, para acceder al núcleo urbano, puedes ver a la derecha el pequeño lavadero techado de la localidad, totalmente restaurado. Enfrente del mismo al otro lado de la carretera hay una pequeña laguna, donde los anfibios tienen su paraíso. Unos cuantos metros más adelante llegamos al núcleo urbano, donde aparcaremos nuestro vehículo junto al campo de fútbol. El estado de conservación de este pueblo es irregular, mezclando edificios restaurados (la mayoría), con otros sin restaurar y que se alejan de los patrones arquitectónicos de la comarca. La iglesia y su espadaña, en la parte más alta de la localidad seguro que te sorprenderán. En la parte más baja del mismo, junto al inicio de un pequeño barranco, se encuentran las edificaciones más nuevas y las más restauradas o mejor conservadas.


El Espinar - construcciones típicas



El Espinar


El Espinar
El Espinar - espadaña iglesia



El Espinar


El Espinar - complejo rural

Cascadas del Aljibe


La ruta de las cascadas del Aljibe puede realizarse accediendo desde la localidad de El Espinar o desde Roblelacasa. El acceso más común es desde Roblelacasa, por ser este más suave en su pendiente. El acceso desde El Espinar, es llano en una buena parte del recorrido, pero luego obliga a salvar una fuerte pendiente. La distancia a las cascadas desde ambos es similar. La ruta que yo propongo es circular, accediendo desde El Espinar y regresando por Roblelacasa. Una vez visitadas las cascadas, también realizaremos la extensión a Matallana, para visitar lo que queda de este pueblo negro.
Nuestro recorrido empezará, como ya he dicho por El Espinar, nos dirigiremos, hacia el final de la carretera de acceso, cruzando entre una casa rural a la izquierda y una fuente a la derecha, tras una pequeña subida hay una talanquera, que atravesaremos y nos aseguraremos de volver a dejar cerrada. Esa talanquera es indicativa, de que en el lugar por donde vas a pasar hay ganado suelto, pero aunque lo parezca, no se trata de reses bravas. Si te cruzas con alguna, no las molestes (aunque te parezca que te mira con cara de pocos amigos) y sigue caminando como si no las hubieras visto. Tras una pequeña subida alcanzamos una extensa planicie, que iremos cruzando dejando el pueblo y el pico Ocejón a nuestras espaldas hasta llegar al borde del valle del Jarama. Si el recorrido lo estas haciendo en primavera (el mejor momento), lo harás acompañado de un repertorio floral magnífico.

Jara en flor

Ahora iniciamos el descenso, con una fuerte pendiente, por lo que aconsejo la utilización de bastones de apoyo, para garantizar nuestra estabilidad (también nos serán útiles más adelante). El último tramo del descenso es el peor, por empinado y degradado por vehículos todoterreno, que han marcado en él una herida mortal. Al final de esta pendiente tenemos las cascadas del aljibe. En total la distancia desde el Espinar es de unos 3.5 km.

Último tramo del descenso, desde El Espinar

Puente en la cabecera de las cascadas
Las cascadas se pueden ver y fotografiar desde las dos orillas, siendo la mejor perspectiva, la derecha mirando a las mismas. Si el caudal es el apropiado, la espectacularidad de las mismas está asegurada. Para cruzar de una orilla a otra hay un pequeño puente en la cabecera de las cascadas, trazado con dos troncos de pino unidos, que tal vez personas con alguna dificultad para el equilibrio, no se atrevan a cruzar. La espectacularidad del lugar ha invitado a algunas personas a atrevimientos o descuidos en las pozas traducidos en accidentes. Cuando escribo estas líneas hace justo un mes que una persona tuvo que ser rescatada en helicóptero al romperse los dos tobillos. También tengo conocimiento de algún piragüista extremo que al saltar las cascadas no resultó bien parado.









Cascadas del aljibe
Cascadas del aljibe
Senda cascadas-pista acceso a Roblelacasa

Desde el lado izquierdo, parte la senda que nos conduce de regreso hasta Roblelacasa y de ella también sale el ramal a Matallana. Esta senda se inicia con una pequeña subida, para luego llanear sobre la ladera y finalmente descender hasta alcanzar la pista que da acceso a Roblelacasa, donde encontraremos un poste indicativo, del lugar del que venimos y de los lugares a los que podremos ir. Pudiendo elegir entre iniciar el regreso, en dirección a Roblelacasa o realizar la extensión a Matallana.





Río Jarama antes de las cascadas
Poste indicativo de cascadas del aljibe, Roblelacasa y Matallana


Matallana


Puesto que la extensión a Matallana está a tiro de piedra (0.7 km.), merece la pena acercarse a conocer lo que queda de este pueblo negro. Este tramo sólo es apto para senderistas. Desde el poste indicativo tomaremos la pista que desciende hasta llegar al puente que cruza el río Jarama, denominado "puente de los trillos", por contener dichos elementos formando parte del puente antiguo. Aún recuerdo la primera vez que pasé por aquí, cuando aún no existía el puente nuevo y había que cruzar por el que está debajo del actual. La mitad de los que íbamos, se negaron a cruzar y la otra mitad nos encomendamos a Dios para que no ocurriera nada al pasar. Fuimos pasando de uno en uno y cada crujido del mismo al pisar nos helaba la sangre. La verdad es que cruzar por allí era todo un acto de fe, nada que ver con la seguridad del puente actual. Unos metros más abajo del puente actual, todavía puedes ver uno de los pilares en perfecto estado, del primer puente que debió cruzar el río en tiempos pasados.



Puente sobre el río Jarama

Puente sobre el río Jarama - detalle puente antiguo debajo

Estructura soporte del primer puente que cruzó el rio
Matallana - ejemplar singular



El primer tramo de la senda está muy degradado, ya que las lluvias lo han tomado como arroyo, después la senda mejora y casi sin darnos cuenta ya hemos llegado. En los alrededores de la localidad se encuentran ejemplares de nogales, robles y encinas, de un porte excepcional, destacando de manera especial el ejemplar portentoso de encina que se encuentra solitario en la pradera, de una antigüedad de 500 años y catalogado como árbol singular.




Matallana - ejemplar singular de encina
Lo primero que verás al arribar a Matallana es la fuente del pueblo, manando dos exiguos chorros de agua, lo que me hace pensar que habiendo sido la primavera lluviosa, probablemente la canalización original del manantial este parcialmente obstruida o perdida.

Matallana - fuente

La arquitectura de Matallana es del mismo tipo que la de la Vereda y el resto de pueblos negros, pero su estado de conservación deja mucho que desear, digamos que no corrió la misma suerte que La Vereda, aún a pesar de que si hubo algún intento de recuperación. La distribución de las casas en Matallana es en línea sobre el borde de la meseta donde se asienta, mirando al valle del Jarama, con una alta dispersión. Una buena parte de las construcciones se han perdido y otra parte está recuperada parcialmente y habitada por personas que han decidido alejarse por completo del mundanal ruido y que viven con lo básico,  de forma autárquica. En este último sentido aconsejaría no perturbar a sus moradores, pues en general no consideran bienvenidos a los visitantes y gustan poco de darse a conocer. El pueblo no tiene luz eléctrica, ni saneamientos. La poca energía con la que viven sus habitantes la obtienen del sol, mediante placas solares. Las neveras y cocinas funcionan con gas butano, aunque también utilizan para cocinar la leña del entorno. Con todo, lo peor para sus moradores es la pista que tienen de acceso, completamente intransitable, en muchos momentos del año. La pista que da acceso a Matallana, siempre ha estado en muy mal estado y más de un vehículo preparado ha resultado atrapado en ella.


Matallana

Matallana

Matallana

Matallana - iglesia

Matallana

En fin todo se acaba y ahora toca ir regresando. Volveremos a tomar la senda que nos dio acceso a Matallana y descenderemos hasta el puente del río Jarama. Cruzaremos y seguiremos la pista sin abandonarla hasta que allanemos la montaña y tengamos a Roblelacasa a vista de unos centenares de metros.


Valle del Jarama desde la pista de acceso a Roblelacasa

Roblelacasa


Roblelacasa


Cuando veamos una senda que sale por la derecha de la pista, cercana ya a Roblelacasa, la tomaremos para llegar hasta el núcleo urbano. En total desde el puente tenemos 2.7 km.. Una vez en él, nos dirigiremos hasta la iglesia, junto a la cual tenemos el poste indicativo de acceso a "El Espinar" (distintivo rojo y blanco), nuestro punto de partida, distante 1.8 km. Pero antes de partir date un paseo por este pueblo negro, seguro que encontrarás rincones que te seducirán. Yo te invito a ello con algunas estampas.




Roblelacasa - poste indicativo a "El Espinar"

Roblelacasa - poste indicativo a "Matallana"

Roblelacasa
Roblelacasa

Roblelacasa

Roblelacasa




Roblelacasa - iglesia

Roblelacasa - iglesia
Manuel Andrés

P.D: Disfruta, respeta, no perturbes el entorno y llévate tu basura.


jueves, 19 de mayo de 2016

Casa de Piedra de Alcolea del Pinar

La casa de piedra, de Alcolea del Pinar constituye uno de los lugares más peculiares y fascinantes que podrás visitar en España, un monumento al ingenio, la paciencia y al trabajo duro. Representa una muestra de lo que una persona (Lino Bueno Utrilla) pudo lograr con perseverancia para superar su necesidad y la de su familia. Se encuentra a 20 Km. de Sigüenza, a unos 78 km. de Guadalajara-capital y a unos 130 de Madrid. Está considerada la mayor edificación cavada en roca viva por una única persona, reconocida como tal en los Record Guiness.


Casa de piedra


El acceso a Alcolea del Pinar puede realizarse directamente desde la autovía A2 o también viniendo desde Sigüenza. por la carretera CM-110. Una vez en el núcleo urbano, desde la calle principal que atraviesa la localidad, encontraremos carteles indicativos con indicaciones para llegar hasta "la casa de piedra".






Lino Bueno Utrilla
La historia de la Casa de Piedra es realmente curiosa. En 1907 el vecino de la localidad, Lino Bueno, que trabajaba construyendo acequias, en obras públicas o hasta de pastor, de 55 años de edad, acude al ayuntamiento para solicitar la titularidad del peñasco. Su finalidad era construir dentro del mismo una vivienda para él y su familia, puesto que sus ingresos no le permitían la adquisición de inmueble alguno. El alcalde accedió a sus pretensiones, pensando que nunca lograría tal objetivo y que habría perdido la cordura. Al cabo de 7 años, Lino había completado su primera estancia multifuncional dentro de la roca maciza. El único tiempo que podía emplear en socavar la roca era después de completar su jornada laboral o de noche, lo que todavía le haría más dura, si cabe, la tarea de picar en ella.



Portal de acceso


Salón



pico
La roca del peñasco es una mezcla de arenisca y granito, como puede apreciarse en la foto del salón. La primera es blanda, pero la segunda es muy dura. Por esta razón, decidió usar dinamita, lo que provocó que la roca se agrietara, hecho que motivó el abandono de esta técnica de vaciado y volver a retomar su pico. De estos últimos desgasto varios, a lo largo de los años de construcción de su vivienda, puesto que la adversidad anterior no aminoró su ánimo, ni su empeño. 












Las siguientes estancias que creó dentro de la planta baja fueron la cocina con una alacena excavada en la roca y frente a ella el fregadero y la chimenea. Esta última se perforó de abajo a arriba en la roca y según testimonio de sus descendientes, fue lo más duro y complejo de todo lo que ejecutó en el interior. Utilizó para ello una larga y pesada barra de hierro con la que fue excavando la roca, mientras los restos que perforaba le caían encima suyo.

Puerta de acceso desde el portal al resto de estancias

Cocina con alacena
Chimenea
Fregadero
Cruzando la cocina y tras descender unos escalones nos encontramos la cuadra, con acceso directo al exterior, para que los animales no tuvieran que atravesar la vivienda, para llegar hasta ella.


Cuadra - Albarda caballería
Cuadra
























Al agotarse el espacio en la planta inferior, Lino decide crear una segunda planta en la roca, puesto que ésta tiene dimensiones que así se lo permiten. Enfrente de la cuadra, al lado de la cocina empiezan los escalones tallados en la roca que nos conducen hasta la habitación del segundo nivel. Recuerdo que la primera vez que visité la casa de piedra todavía vivían dos de sus hijas, ya ancianas y que me comentaron que todavía utilizaban esta estancia en verano para dormir porque se estaba muy fresquito. La casa mantiene una temperatura estable todo el año de 15-16 grados, con una baja porosidad, que la haría inhabitable por humedad y ha estado habitada hasta 1990. Como curiosidad mientras Lino y su esposa habitaron en ella la casa no dispuso de luz eléctrica, ésta fue introducida durante la guerra civil española por el ejército italiano, que la usó como polvorín.

Dormitorio principal, en el 2º piso
Inicio escaleras tercer nivel






A la derecha de donde finaliza el tramo escalonado que da acceso a la habitación principal, Lino, ya anciano,  intentó empezar las escaleras para crear un tercer nivel en la vivienda con una segunda habitación. La muerte, casi le alcanza al pie de la obra que marcó su existencia y su legado, falleció al día siguiente de estar picando en ellas. En total empleó 22 años para crear las distintas estancias de la casa.








Tras más de 2 décadas trabajando en la creación de su vivienda, el ayuntamiento incumple su promesa de otorgarle la propiedad de la misma, pero la obra que ejecutó alcanzó notoriedad en su época. El hecho en sí llegó a oídos del Gobierno de la época (dictadura de Primo de Rivera) hasta el punto de que El Rey Alfonso XIII, su esposa Victoria Eugenia, el General Primo de Rivera y otros altos mandatarios visitaron la casa el 5 de junio de 1928. Este gobierno concedió en 1929 la medalla al mérito en el trabajo, en su modalidad de Bronce, a Lino Bueno, condecoración que éste luce con orgullo en su chaleco junto a su esposa, en la puerta de su vivienda en una de las fotografías. El galardón llevaba asociado una dotación económica, que al parecer nunca llegó a su destinatario y seguro que acabaría en manos menos necesitadas. Hay que tener en cuenta que Lino no sabía leer, ni escribir, por lo que resultaría fácil ocultarle su premio. De todas formas, gracias a la popularidad que alcanzó, las visitas de los ciudadanos que paraban se incrementaron y con ellas las propinas, con lo que Lino y su familia pudieron vivir en una situación económica más acomodada. Posteriormente los reyes de España D. Juan Carlos I y Dª Sofía también visitaron la casa el 20 de abril de 1978. De ambas visitas reales hay dos placas conmemorativas colocadas en la fachada.
Placas conmemorativas de las visitas reales
Diploma concesión del mérito al trabajo

En el patio anexo a la vivienda, que da acceso independiente a la cuadra, hay una gran mesa circular tallada en piedra. Lino Bueno dejó expresado su deseo póstumo que en dicha mesa se depositara su féretro en el día de su muerte, a la espera de que el párroco acudiera a oficiar una última oración, para ya desde ahí dirigirse hacia el cementerio. Hecho luctuoso que tuvo lugar en 1935, a los 87 años de edad.

La visita a la casa de piedra puede realizarse en un amplio horario, siendo la entrada gratuita. Sólo se acepta la voluntad del visitante para el mantenimiento de la vivienda y la disponibilidad de su dueños. La vivienda no recibe subvenciones, ni apoyo de institución alguna. Hoy en día son los familiares de Lino Bueno (en mi caso un nieto) los que la muestran y nos hacen de guías, lo cual hace, que sintamos más de cerca la historia de esta fascinante casa.

Si deseas completar tu visita con algún lugar cercano de interés, te recomiendo que accedas a la localidad de Sauca, para visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Fue construida a finales del siglo XII o principios del XIII y lo más interesante de la misma es su pórtico románico, que se extiende por los lados oeste y sur. También cercana, está la población de Barbatona, lugar donde se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de la Salud. Su historia es la siguiente:

Se cuenta que en el siglo XI, la Virgen se le presentó entre las ramas de un pino a un pastor, esta leyenda se comenzó a extender y con el pasar del tiempo su poder milagroso hizo que se le otorgará el título de "Nuestra Señora de la Salud". En el siglo XII se levantó una ermita en su honor para atender la llegada de peregrinos y un siglo más tarde se le construyó un santuario. El edificio actual es del siglo XVIII. Es el santuario de mayor tradición Mariana de la provincia, al pie del cual se celebran dos grandes romerías con sus consiguientes peregrinaciones, en los meses de Septiembre y Mayo.

Manuel Andrés


Para saber más:
Sauca - Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Santuario Nuestra Señora de la Salud - imágenes

P.D: Disfruta, respeta, no perturbes el entorno y llévate tu basura.