sábado, 30 de agosto de 2025

Ruta ecológica circular de La Huerce.


Mapa de la ruta ecológica circular.

Perfil de la ruta.

Esta ruta ecológica circular es de lo último que se ha señalizado y balizado en la provincia de Guadalajara. Sólo por los dos pueblos que se visitan en la misma merecería ya la pena realizarla. Nuestro punto de partida será la localidad serrana de La Huerce. Esta localidad ha sufrido notables cambios en los últimos lustros. Hay que tener en cuenta que hace tres décadas no contaba ni con carretera asfaltada, sólo una pista forestal permitía el acceso. La llegada de la carretera en los años 90 unida a la mejora de las comunicaciones en general ha posibilitado una recuperación integral de la población. Si bien es cierto que no con la pureza de la arquitectura original, pero en general se ha intentado mantener la esencia de su arquitectura tradicional. 

La Huerce.

La Huerce.

La Huerce.

La Huerce.

La Huerce.

Nuestro punto de partida será el aparcamiento de La Huerce que encontrarás bordeando la localidad desde la entrada por la derecha. Partiendo del mismo caminaremos en dirección a la población hasta llegar a un pequeño estanque. Desde ahí iremos bordeando el pueblo por su parte más baja, siguiendo una pequeña senda que acaba enlazando con el antiguo camino de acceso a la población. Tras un pequeño descenso llegamos al puente de piedra que permitía salvar el arroyo para llegar hasta el pueblo.


Puente de piedra que salva el arroyo y permitía el paso a la localidad.

Cerca para permitir solo el paso peatonal al puente.

Vista de la Huerce desde su antiguo camino de acceso.


Comenzamos una subida moderada, donde se aprecia como la mano del hombre adaptó la senda a base de pico y barrena. Más adelante los estratos de piedra desaparecen y caminamos por una pista forestal que va descendiendo mientras va doblando la loma. El descenso después empieza a acentuarse hasta llegar al fondo del valle, donde otro puente nos permite cruzar cómodamente un arroyo de menor envergadura que el anterior. A partir de ahí la senda no parará de ascender hasta alcanzar las proximidades de Umbralejo (3 km. en total). Un poste indicador de ruta con indicaciones nos pondrá al tanto de todo. Cuando lleguemos hasta él, mi consejo es acercarse hasta dicha población, distante 300 metros nada más del poste indicador. Mientras nos aproximamos vemos que el tipo de bosque ha cambiado de autóctono a pinar de replantación. Este pinar se plantó a mediados de los años 70, al mismo tiempo que se expropió la localidad. Mientras nos aproximamos a Umbralejo vemos aparecer por todos lados paredes de piedra y corrales correspondientes a los usos agrícolas y ganaderos de antaño. La calle delimitada por dos paredes de piedra finalmente nos da acceso a la localidad por su parte posterior.
Lo primero que debo decirte es que con esta localidad no puedo ser objetivo, es una de mis debilidades de la provincia de Guadalajara. En la década de los 60, como otros pueblos de España sufre una fuerte emigración y queda abandonado. En 1984 el pueblo entra a formar parte del programa de recuperación y utilización educativa de pueblos abandonados. Desde entonces y hasta ahora, tras sucesivas campañas de restauración, el aspecto que presenta es formidable. Parece un pueblo de cuento de hadas, con rincones de ensueño a cada paso. Desde luego no negaré que las sucesivas restauraciones hayan podido alterar la arquitectura original de la población, pero la esencia la han mantenido y el resultado es fabuloso. Sólo hay un edificio sin restaurar, el de la iglesia, según me dicen por no haber llegado a acuerdos con el obispado. Una pena esto último, puesto que es el único borrón de todo el conjunto. Juzga tú mismo si tengo o no razón por las siguientes imágenes de la localidad:

Umbralejo

Umbralejo - Casa aislada junto a la carbonera

Umbralejo.

Umbralejo - Auditorio.


Umbralejo - Casas taller

Umbralejo - Casas taller.

Umbralejo.

 
Umbralejo.

Después de concluir nuestra visita de la localidad debemos desandar nuestro camino hasta el poste indicador anterior. Una vez allí tomaremos la indicación que nos conduce hasta La Huerce por el río Sorbe (7,2 km.). Un largo descenso por el cortafuegos nos lleva hasta enlazar con la carretera de Umbralejo a Valverde de los Arroyos. Una vez en ella debemos incorporarnos a la misma y descender unos 50 metros hasta la primera curva, en donde un nuevo desvío nos saca de la misma por la izquierda para seguir descendiendo hasta llegar al río Sorbe.

Senda tras la curva de la carretera a Valverde.

Por fin alcanzamos el punto más bajo de nuestra ruta, junto al río Sorbe donde giraremos a la derecha. En este punto encontramos dos construcciones una de piedra y otra de madera. La de piedra, de gran belleza exterior, por sus dimensiones entiendo que se construyó con la finalidad de actuar como refugio. La siguiente es una construcción de madera de dos pisos que desconozco su origen y finalidad. Ambas construcciones han sido vandalizadas y presentan un aspecto interior deplorable. Teniendo en cuenta que nos encontramos en una zona protegida y con numerosas restricciones creo que la institución competente debería tomar las medidas correspondientes al respecto.

Refugio junto al río Sorbe.

Después de caminar unos 100 metros la ruta vuelve a incorporarse a la carretera de Valverde de los Arroyos donde giraremos a la izquierda. Otros 150 metros más y nuevamente tenemos que desviarnos por una pista que sale por la derecha de la carretera antes del puente sobre el río Sorbe. Un ramal que sale por la derecha de la pista principal lo descartaremos y seguiremos de frente.

Pista que sale de la carretera antes del puente sobre el Sorbe.

Río Sorbe visto desde la pista que retorna a la Huerce.

En este tramo hay un elemento que destaca por encima de todo, el macizo rocoso que tenemos frente a nosotros. Si dispones de prismáticos es el momento de sacarlos y disfrutar de dos especies que anidan y se posan en el mismo: La primera es el buitre leonado que, como todos sabemos, se alimenta únicamente de animales muertos, llevando a cabo una eficaz labor sanitaria. Tiene una envergadura de más de 2 metros, de punta a punta de las alas y se le identifica perfectamente por su característica gola de plumas alrededor del cuello. La segunda es el avión roquero que reside todo el año en España. Nidifican en los huecos de las paredes del roquedal. Su silueta en vuelo la reconocerás por una cola corta, sin horquilla, y alas largas y apuntadas con bordes oscuros. Su dieta principal son los insectos que captura en pleno vuelo.

Vista del roquedal frente a nosotros.

Puente de piedra que salva un arroyo.

Vista del roquedal, frente a nosotros desde diferentes ángulos.

Vista del roquedal, frente a nosotros desde diferentes ángulos.

La pista por la que circulamos empieza a descender hasta el río. Como este último tiene un caudal muy variable en las épocas más lluviosas sale de su cauce y anega la pista. Por esto último la ruta se sale de la misma y toma altura para salvar dichas zonas encharcadas. En este tramo transitarás por un continuo sube y baja mediante una senda que a su vez salva algunos arroyos mediante pequeños puentes de piedra.  Enseguida alcanzamos un antiguo molino en ruinas que gracias al tipo de piedra con el que fue construido todavía mantiene en pie la mayor parte de sus paredes
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Molino de Peñarrubias.

Molino de Peñarrubias.

Caz del molino de Peñarrubias.

Loseta de piedra gigante a modo de puente para salvar el caz.

La Huerce, al igual que la práctica totalidad de los pueblos aislados de la provincia era una comunidad autosuficiente. Sus habitantes tenían los conocimientos necesarios para sacar adelante a sus familias, mediante los recursos que la zona les ofrecía: carbonear, ganado, trabajos a partir de la lana y la siembra de la tierra. Como la tierra de La Huerce es pobre, el trigo conseguido lo era con mucho esfuerzo y sudor. Ese trigo molido proporcionaba la harina con la que se elaboraba el pan, que era cocido en los hornos que cada casa tenía aproximadamente una vez por semana. Uno de los pocos oficios que existían, era el de molinero. En esta zona había dos molinos, movidos por las aguas del río Sorbe. El que es objeto de nuestra visita es el de Peñarrubias, pero unos 500 metros aguas arriba del río existió otro conocido como el del Cubo. El pago al molinero se hacía en especie, éste se quedaba con una parte del producto molido conocida como "la maquila". Concretamente cobraba medio celemín de harina por cada fanega (12 celemines)

Macizo rocoso frente a nosotros, desde otra perspectiva.

Después del molino empezamos a transitar por una zona de encinas, donde la senda se difumina por completo. Aquí deberás estar atento a las marcas de señalización en las encinas o de lo contrario te perderás y no podrás completar la ruta. Las marcas de señalización están en los troncos cada 10 metros aproximadamente. Vamos ascendiendo en zigzag entre las mismas hasta alcanzar la dehesa de La Huerce. Esta zona es casi llana y está repleta de construcciones ganaderas, casi todas ellas en ruinas. Además aquí es donde podrás contemplar varias encinas centenarias con un porte fabuloso. 

Zona de encinas con señalización vertical por la que pasamos en zigzag.

Llegando a la dehesa de La Huerce.

Grandes encinas en la dehesa de La Huerce.

Grandes encinas en la dehesa de La Huerce, junto a construcciones ganaderas.

Construcciones ganaderas en ruinas en la zona de la dehesa.

Construcciones ganaderas en ruinas en la zona de la dehesa.

Construcciones ganaderas en ruinas en la zona de la dehesa.

Grandes encinas en la dehesa de La Huerce.

Desde la zona de la dehesa parte una pista que nos conducirá de vuelta hasta nuestro punto de partida, el núcleo urbano de La Huerce.  Hacia la mitad del camino de regreso tenemos, a la derecha, otro punto de interés. Se trata de la recreación de una carbonera. Éstas eran habituales en estos parajes en el pasado, normalmente una por cada familia, hasta unas 40 llegaron a coexistir simultáneamente. La finalidad de éstas era convertir la leña de encina en carbón vegetal que se vendía para conseguir elementos tan esenciales como sal, pienso o harina. En el pueblo comentan que gracias a ellas el pueblo no pasó nunca hambre. El trabajo de carbonero era muy duro y obligaba  a atender los hornos de la carbonera tanto de día como de noche, durante varios días consecutivos.  



Recreación de una carbonera.

Recreación de una carbonera.


Disección de una carbonera.

Manuel Andrés

P.D: Disfruta, respeta, no perturbes el entorno y llévate tu basura.



lunes, 11 de agosto de 2025

GR-10: Etapa 27. Mandayona - Villaseca - Matillas - Bujalaro - Jadraque (20,3 km.)

 Alojamientos: Mandayona, Matillas, Bujalaro Jadraque.

Perfil de la ruta.

Mandayona - Villaseca de Henares (4,1 km.)

Estado del firme: Pista agrícola en estado irregular.

Posibles peligros: No.

Ciclable: Sí.

Fuentes de agua: Sí, en Mandayona (Coordenadas GPS 40.956895, -2.745910 y 40.956755, -2.751883) y en Villaseca de Henares (Coordenadas GPS 40.959800, -2.797436).

Salimos de Mandayona en dirección oeste junto a su iglesia. Cruzamos el río Dulce, contemplando la belleza de postal del mismo y nada más cruzar tenemos un desvío a la izquierda que nos dirige a una pista agrícola que transita por la Vega del río Dulce. El primer kilómetro está en muy buen estado, pero después, la pista está muy poco definida y en un estado irregular. En época de lluvias, esta parte tiende a encharcarse, ya que está en la parte más baja de las fincas y habrá lugares por donde será complicado pasar sin terminar totalmente embarrados. Después la pista transita más encajada entre el bosque de ribera y a la derecha un canal de derivación de aguas del río Dulce. Finalmente alcanzamos la localidad de Villaseca de Henares. Si no deseas entrar al pueblo para aprovisionarte de agua, hay que seguir recto por un carril semi asfaltado que bordea el pueblo por la parte de abajo.

Iglesia de Mandayona.

Rio Dulce.
Campos de cultivo de cereal, al inicio del recorrido.


Detalle del camino, junto al bosque de ribera.

Detalle del camino en un punto más encajado.

Llegando a Villaseca de Henares.



Villaseca de Henares - Matillas (4,6 km.)

Estado del firme: Pista agrícola en buen estado.

Posibles peligros: No.

Ciclable: Sí.

Fuentes de agua: Sí, eVillaseca de Henares (Coordenadas GPS 40.959800, -2.797436). En Matillas no hay fuente pública pero hay un bar.

El camino de continuación hacia Matillas transita por la parte más baja de Villaseca de Henares. Los primeros 500 metros del camino tienen bastante vegetación, pero después, el resto del camino está bastante bien. Solo hay un punto que puede ser problemático, un puente que salva un arroyo que fue construido hundido sobre el terreno colindante, lo que provoca que en época de lluvias se acumule gran cantidad de agua en el mismo, dificultando su cruce. Un poco más adelante llegamos hasta un edificio, que tiene instaladas dos turbinas para producir corriente eléctrica a partir de dos canales de agua extraídos del río Dulce y del Henares. A continuación cruzamos el río Dulce por un puente y pasamos al lado de una casa de labor. Junto a ella hay una casa señorial, con una pequeña capilla particular, que en el pasado marcaba el estatus de los propietarios. A partir de aquí el camino está asfaltado. Quinientos metros más adelante tenemos una zona de merendero, que puede ser interesante para hacer una parada y retomar fuerzas. Finalmente llegamos a Matillas por una calle recta y larga donde en los últimos años se han construido segundas residencias.

Detalle del camino, bien definido y sin hierba.


Pequeña capilla, junto a la casa señorial.

Paisaje a nuestras espaldas después de cruzar el rio Dulce.

Matillas - Bujalaro (5,2 km.)

Estado del firme: Pista agrícola en mal estado la mayor parte del tramo.

Posibles peligros: No.

Ciclable: Sí.

Fuentes de agua: Sí, en Matillas no hay fuente pero si hay bar y en Bujalaro (Coordenadas GPS 40.936521, -2.883826) .

Partimos de Matillas en dirección Oeste, saliendo por una calle delimitada entre la estación de ferrocarril y el bar Rijujama. El primer kilómetro lo hacemos por una pista en buen estado, pero a partir de ahí el camino resultará intransitable por diferentes motivos. En época de lluvias habrá diferentes encharcamientos a lo largo del recorrido y durante la primavera, al ser un camino agrícola muy  poco transitado las hierbas se apoderan de él, haciendo que transitar por el mismo, se haga penoso y dificultoso. Durante todo este trayecto iremos junto a las vías del ferrocarril, que quedarán a nuestra derecha. 

El camino está en mal estado, completamente cubierto de vegetación.

El camino está en mal estado, completamente cubierto de vegetación.

Después de varios kilómetros llegaremos hasta un poste indicador que nos desvía a la izquierda, hasta la localidad de Bujalaro distante 1,5 kilómetros. Este último tramo se encuentra en buen estado. Accedemos a la localidad junto a los lavaderos por la parte baja del pueblo.

Inicio del último tramo a Bujalaro.

Rio Henares, vista desde el puente que lo cruza.

Llegando a Bujalaro por la parte más baja de la población.

Bujalaro - Jadraque (6,1 km.)

Estado del firme: Pista agrícola con tramos en mal estado y tramos de senda.

Posibles peligros: No.

Ciclable: Sí.

Fuentes de agua: Sí, en Bujalaro (Coordenadas GPS 40.936521, -2.883826) y en Jadraque (Coordenadas GPS 40.923464, -2.922645; 40.926594, -2.924424 y 40.925265, -2.921534).

Para continuar hasta Jadraque debemos tomar dirección suroeste, por la calle Real y coger un camino agrícola que une a esta localidad con Villanueva de Argecilla. El camino empieza junto a una casa rural que queda a nuestra izquierda y entre naves por la derecha. 

Camino rural de Bujalaro a Villanueva de Argecilla.

Como a unos 2 kilómetros y medio el camino empieza a complicarse  y a ascender con rampas duras y en mal estado. Estamos subiendo por el barranco de Fuente Rey. A quinientos metros de empezar el ascenso, a la izquierda, hay una fuente de agua y bebederos instalados para el ganado. El camino sigue ascendiendo por el valle hasta alcanzar la cota de La Alcarria (mil metros de altitud). Si vas en bici, probablemente tendrás que bajarte en algún tramo del recorrido por este valle debido a su dureza y mal estado del camino. 

Camino rural de Bujalaro a Villanueva de Argecilla.

Nada más allanar tenemos que girar a la derecha. Después, veremos un indicativo que nos desvía del camino y nos dirige por el antiguo camino de Ledanca a Jadraque. Primero circulamos junto a la tapia de piedra de un bosque de encinas. 

El primer tramo del descenso lo hacemos junto a una tapia de piedra que cerca el bosque.

Más adelante, el camino se precipita en dirección  al valle de El Sotillo. Hacia la mitad del descenso, nos encontraremos con la fuente del Ave María y con una serie de pilastras que recogen su escaso caudal para aprovechamiento animal. A partir de aquí la senda vuelve a convertirse en pista.

Fuente del Ave María.

Camino de descenso hacia el valle, al fondo la localidad de Jadraque.

El camino alcanza el fondo del valle y cruza entre plantaciones de almendros hasta alcanzar la carretera de Villanueva de Argecilla a Jadraque, donde giraremos a la derecha. 

Vista del último tramo del descenso, a nuestras espaldas.

Medio kilómetro más y llegamos a la población de Jadraque, pueblo centro de comarca. La entrada a la localidad está trazada por una calle sin asfaltar que sale a la izquierda de la carretera. Al llegar a la calle de El Sotillo hay que girar a la derecha y seguir recto hasta el final, donde giraremos a la izquierda. Una pequeña fuente, junto a los lavaderos permitirá saciar nuestra sed. Finalmente llegamos a la calle de Las Huertas donde giraremos a la derecha y seguiremos hasta desembocar en la conocida como la plaza roja, en el centro de la localidad.

Manuel Andrés

P.D: Disfruta, respeta, no perturbes el entorno y llévate tu basura.