 |
Mapa de la ruta ecológica circular. |
 |
Perfil de la ruta. |
Esta ruta ecológica circular es de lo último que se ha señalizado y balizado en la provincia de Guadalajara. Sólo por los dos pueblos que se visitan en la misma merecería ya la pena realizarla. Nuestro punto de partida será la localidad serrana de La Huerce. Esta localidad ha sufrido notables cambios en los últimos lustros. Hay que tener en cuenta que hace tres décadas no contaba ni con carretera asfaltada, sólo una pista forestal permitía el acceso. La llegada de la carretera en los años 90 unida a la mejora de las comunicaciones en general ha posibilitado una recuperación integral de la población. Si bien es cierto que no con la pureza de la arquitectura original, pero en general se ha intentado mantener la esencia de su arquitectura tradicional.
 |
La Huerce. |
 |
La Huerce. |
 |
La Huerce. |
 |
La Huerce. |
 |
La Huerce. |
Nuestro punto de partida será el aparcamiento de La Huerce que encontrarás bordeando la localidad desde la entrada por la derecha. Partiendo del mismo caminaremos en dirección a la población hasta llegar a un pequeño estanque. Desde ahí iremos bordeando el pueblo por su parte más baja, siguiendo una pequeña senda que acaba enlazando con el antiguo camino de acceso a la población. Tras un pequeño descenso llegamos al puente de piedra que permitía salvar el arroyo para llegar hasta el pueblo.
 |
Puente de piedra que salva el arroyo y permitía el paso a la localidad. |
 |
Cerca para permitir solo el paso peatonal al puente. |
 |
Vista de la Huerce desde su antiguo camino de acceso. |
Comenzamos una subida moderada, donde se aprecia como la mano del hombre adaptó la senda a base de pico y barrena. Más adelante los estratos de piedra desaparecen y caminamos por una pista forestal que va descendiendo mientras va doblando la loma. El descenso después empieza a acentuarse hasta llegar al fondo del valle, donde otro puente nos permite cruzar cómodamente un arroyo de menor envergadura que el anterior. A partir de ahí la senda no parará de ascender hasta alcanzar las proximidades de Umbralejo (3 km. en total). Un poste indicador de ruta con indicaciones nos pondrá al tanto de todo. Cuando lleguemos hasta él, mi consejo es acercarse hasta dicha población, distante 300 metros nada más del poste indicador. Mientras nos aproximamos vemos que el tipo de bosque ha cambiado de autóctono a pinar de replantación. Este pinar se plantó a mediados de los años 70, al mismo tiempo que se expropió la localidad. Mientras nos aproximamos a Umbralejo vemos aparecer por todos lados paredes de piedra y corrales correspondientes a los usos agrícolas y ganaderos de antaño. La calle delimitada por dos paredes de piedra finalmente nos da acceso a la localidad por su parte posterior.
Lo primero que debo decirte es que con esta localidad no puedo ser objetivo, es una de mis debilidades de la provincia de Guadalajara. En la década de los 60, como otros pueblos de España sufre una fuerte emigración y queda abandonado. En 1984 el pueblo entra a formar parte del programa de recuperación y utilización educativa de pueblos abandonados. Desde entonces y hasta ahora, tras sucesivas campañas de restauración, el aspecto que presenta es formidable. Parece un pueblo de cuento de hadas, con rincones de ensueño a cada paso. Desde luego no negaré que las sucesivas restauraciones hayan podido alterar la arquitectura original de la población, pero la esencia la han mantenido y el resultado es fabuloso. Sólo hay un edificio sin restaurar, el de la iglesia, según me dicen por no haber llegado a acuerdos con el obispado. Una pena esto último, puesto que es el único borrón de todo el conjunto. Juzga tú mismo si tengo o no razón por las siguientes imágenes de la localidad:
 |
Umbralejo |
 |
Umbralejo - Casa aislada junto a la carbonera |
 |
Umbralejo. |
 |
Umbralejo - Auditorio. |
 |
Umbralejo - Casas taller |
 |
Umbralejo - Casas taller. |
 |
Umbralejo. |
 |
Umbralejo. |
Después de concluir nuestra visita de la localidad debemos desandar nuestro camino hasta el poste indicador anterior. Una vez allí tomaremos la indicación que nos conduce hasta La Huerce por el río Sorbe (7,2 km.). Un largo descenso por el cortafuegos nos lleva hasta enlazar con la carretera de Umbralejo a Valverde de los Arroyos. Una vez en ella debemos incorporarnos a la misma y descender unos 50 metros hasta la primera curva, en donde un nuevo desvío nos saca de la misma por la izquierda para seguir descendiendo hasta llegar al río Sorbe.
 |
Senda tras la curva de la carretera a Valverde. |
Por fin alcanzamos el punto más bajo de nuestra ruta, junto al río Sorbe donde giraremos a la derecha. En este punto encontramos dos construcciones una de piedra y otra de madera. La de piedra, de gran belleza exterior, por sus dimensiones entiendo que se construyó con la finalidad de actuar como refugio. La siguiente es una construcción de madera de dos pisos que desconozco su origen y finalidad. Ambas construcciones han sido vandalizadas y presentan un aspecto interior deplorable. Teniendo en cuenta que nos encontramos en una zona protegida y con numerosas restricciones creo que la institución competente debería tomar las medidas correspondientes al respecto.
 |
Refugio junto al río Sorbe. |
Después de caminar unos 100 metros la ruta vuelve a incorporarse a la carretera de Valverde de los Arroyos donde giraremos a la izquierda. Otros 150 metros más y nuevamente tenemos que desviarnos por una pista que sale por la derecha de la carretera antes del puente sobre el río Sorbe. Un ramal que sale por la derecha de la pista principal lo descartaremos y seguiremos de frente.
 |
Pista que sale de la carretera antes del puente sobre el Sorbe. |
 |
Río Sorbe visto desde la pista que retorna a la Huerce. |
La Huerce, al igual que la práctica totalidad de los pueblos aislados de la provincia era una comunidad autosuficiente. Sus habitantes tenían los conocimientos necesarios para sacar adelante a sus familias, mediante los recursos que la zona les ofrecía: carbonear, ganado, trabajos a partir de la lana y la siembra de la tierra. Como la tierra de La Huerce es pobre, el trigo conseguido lo era con mucho esfuerzo y sudor. Ese trigo molido proporcionaba la harina con la que se elaboraba el pan, que era cocido en los hornos que cada casa tenía aproximadamente una vez por semana. Uno de los pocos oficios que existían, era el de molinero. En esta zona había dos molinos, movidos por las aguas del río Sorbe. El que es objeto de nuestra visita es el de Peñarrubias, pero unos 500 metros aguas arriba del río existió otro conocido como el del Cubo. El pago al molinero se hacía en especie, éste se quedaba con una parte del producto molido conocida como "la maquila". Concretamente cobraba medio celemín de harina por cada fanega (12 celemines)
 |
Macizo rocoso frente a nosotros, desde otra perspectiva. |
Después del molino empezamos a transitar por una zona de encinas, donde la senda se difumina por completo. Aquí deberás estar atento a las marcas de señalización en las encinas o de lo contrario te perderás y no podrás completar la ruta. Las marcas de señalización están en los troncos cada 10 metros aproximadamente. Vamos ascendiendo en zigzag entre las mismas hasta alcanzar la dehesa de La Huerce. Esta zona es casi llana y está repleta de construcciones ganaderas, casi todas ellas en ruinas. Además aquí es donde podrás contemplar varias encinas centenarias con un porte fabuloso.
 |
Zona de encinas con señalización vertical por la que pasamos en zigzag. |
 |
Llegando a la dehesa de La Huerce. |
 |
Grandes encinas en la dehesa de La Huerce. |
 |
Grandes encinas en la dehesa de La Huerce, junto a construcciones ganaderas. |
 |
Construcciones ganaderas en ruinas en la zona de la dehesa. |
 |
Construcciones ganaderas en ruinas en la zona de la dehesa. |
 |
Construcciones ganaderas en ruinas en la zona de la dehesa. |
 |
Grandes encinas en la dehesa de La Huerce. |
Desde la zona de la dehesa parte una pista que nos conducirá de vuelta hasta nuestro punto de partida, el núcleo urbano de La Huerce. Hacia la mitad del camino de regreso tenemos, a la derecha, otro punto de interés. Se trata de la recreación de una carbonera. Éstas eran habituales en estos parajes en el pasado, normalmente una por cada familia, hasta unas 40 llegaron a coexistir simultáneamente. La finalidad de éstas era convertir la leña de encina en carbón vegetal que se vendía para conseguir elementos tan esenciales como sal, pienso o harina. En el pueblo comentan que gracias a ellas el pueblo no pasó nunca hambre. El trabajo de carbonero era muy duro y obligaba a atender los hornos de la carbonera tanto de día como de noche, durante varios días consecutivos.
 |
Recreación de una carbonera. |
 |
Recreación de una carbonera. |
 |
Disección de una carbonera. |
Manuel Andrés
P.D: Disfruta, respeta, no perturbes el entorno y llévate tu basura.
Creo que es una de las zonas más envidiables de toda la provincia y de parte de la península,te deja anonadado esas vistas infinitas de encinas hayedos y pinares todo de tonalidades verdes mezcladas con el azul limpio del cielo.
ResponderEliminarHe estado en Umbralejo y es como lo defines , una lastima que no esté habitado ,lo que supone la falta de calor humano pero aún siendo un pueblo fantasma la visita es agradecida ya que la vista se recrea con las reconstrucciónes bastantes fidedignas .
No os lo penséis ,visitarlo pero tenéis que llevaros la merienda